Señoras y caballeros,
mi querida Josefina,
alguien le pidió al chusquero
que haciendo de jardinero,
un arte que no domina
pero que hoy ejercer quiero,
le eche flores y defina
a esta nuestra hada madrina
del asunto puñetero
muñidor de tanta inquina,
cultureta y vocinglero,
de estarse en el candelero
de aquesta cosa tan fina
que es dar trabajo al librero.
Y aunque dando vaselina
soy más bien una ruina
aquí estoy como el primero
que cual girasol se inclina
destocándose el sombrero
como debe un caballero
ante dama tan divina,
rindiendo ante ella el plumero,
ella que es pluma y tintero
por su alma cervantina.
Pata quebrá en la cocina
la querrían esos troveros
cuyo verbo contamina
sonrojante y altanero,
pedantísimo, fulero,
lo que en ella se ilumina
sencillez toda, salero.
Más que clavel, clavellina,
rosa roja sin espinas,
azafrán, flor de romero,
orquídea de Filipinas,
y unos nardos postineros.
Azucena, alhelí, lila,
de crisantemos los menos
y ni casi siemprevivas,
tulipán sin margarina,
la lavanda del ropero,
dos gardenias de bolero,
florynata y de propina
te deseo la del dinero,
que aunque dulce y femenina
ella es flor y no florero.
A esa risa cantarina,
a tus ojos aguamarina,
¡al arte del peluquero!
este manojo de rimas
con un lazo entregar quiero.
Mas me gana la mohína
por no haber llegao el primero
con mi ramo que en su vida
ya había puesto Josefina
un ramón por compañero.
Agustín Casado
Muy elegante tu rima consonante. Saludos cordiales. Carlos
ResponderEliminar