―¿TRUC'O TRAAAAAAATOO?
―¡La hostia, tú, qué susto!
―Doy miedito, ¿verdad?
―Hombre, miedito, lo que se dice miedito... Ha sido más que nada un sobresalto; por lo inesperado. Aunque reconozco, señor, que con ese disfraz de vampiro sanguinario es usted "clavaíto" al Presidente del Gobierno.
―No te equivoquesssss, niño. Esto no es un disfraz. Yo soy el auténtico Mariano. ¡Venga, un abrazo!
―¡MAMAAAAAAAAAAÁ!
¡Vaya pesadilla¡ Al menos no es el ministro de Hacienda, que a la chita callando te vampiriza los ahorros.
ResponderEliminar