Ayer tarde, los informativos de Tele5 se hicieron eco de lo inhumano que resultaría condenar, tal y como al parecer podría pedir la fiscalía, a 8 años de cárcel a Abou O., el costamarfileño que hace unos días trató de introducir a su hijo en España en el interior de una maleta.
Y es que Abou O., con permiso de residencia en España y un trabajo estable, es decir con su situación absolutamente regularizada, algo que Pedro Piqueras se encargó de repetir hasta la saciedad, había tratado ya anteriormente de traer a su hijo de manera legal a Las Palmas de Gran Canaria, lugar donde reside, y se le había denegado el reagrupamiento familiar por no alcanzar el nivel de ingresos requeridos para ello. Y, claro, desesperado, trató de hacer las cosas a su manera ¿Cómo condenar por tráfico de personas a un padre que lo único que ha pretendido es que su hijo pueda estar de una vez por todas a su lado?
Y, tras declaraciones de vecinos, de representantes de organizaciones humanitarias, de la misma patrona de Abou O. solidarizándose con este, ¡zas!, Piqueras anuncia que se nos va a dar conocer la opinión de Albert Rivera al respecto. Y ahí que te sale Albert, con aspecto de no haber roto nunca un plato, manifestando su solidaridad con Abou y mostrando su compunción por lo mal que, tal y como demuestra el drama del costamarfileño, está la situación en los países africanos. Lo mínimo que hubiese dicho cualquiera que no fuese una alimaña sanguinaria. Y punto. No se buscó ni se mostró la opinión de Alberto Garzón o Pablo Iglesias o Pdro Snchz u otros. Ni se dijo que, con Albert Rivera gobernando, el drama de Abou hubiese sido el mismo, ya que Ciudadanos aboga en sus programas por, tal y como ocurre en la actualidad, la "reagrupación familiar de inmigrantes que dispongan de vivienda y RECURSOS ECONÓMICOS ADECUADOS para atender a la familia que se reagrupa", amén de por "reforzar las fronteras exteriores de la Unión Europea" y, entre otros aspectos, por establecer planes de inversión en cooperación y desarrollo aplicables a países colaboradores en el control de los flujos migratorios que afecten a España y a la Unión Europea. O lo que es lo mismo, "premiar" con las migajas de un 0´7% aún lejísimos de esa cifra, a aquellos países que, sumidos en la miseria, se muestren dispuestos a hacernos de gendarmes.
No, nada de eso, Piqueras a lo suyo, a ejercer de mamporrero de Rivera, a través de uno de los peores medios de manipulación masiva intresada y malintencionada que hay en la actualidad en España.
Y, entretanto Albert, enterneciendo el corazoncito de tanta y tanta gente desinformada de buena voluntad como hay por estos pagos, con la oportunidad en exclusiva que le ofrecía Tele5. Ni así se las ponían a Fernando VII.
Pues si, está de moda y no es nada peligroso para el sistema, así que a ensalzarlo.
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