Para los males y achaques del cuerpo,
para dolores de vientre o de espalda,
ardores, taquicardia, para el asma,
la botica de guardia. Siempre abierto.
Para los males y penas del alma,
para olvidar unas faldas, si un tuerto
te miró, para ponerte contento,
Antigua Casa Guardia y fuera miasmas.
La una y sus remedios sólo calman.
Supositorios, parches, cataplasmas,
grajeas y hasta plasma. Tan incierto.
La otra, conchas que saben a puerto,
moscatel, Pajarete, Fino Palma,
y un Ximén que resucita a los muertos.
…
(Maneras distintas de estar de guardia…)
Texto e ilustración: Agustín Casado
El cuidado artesanal y precientifico de la salud local era cuidar y guardar a la gente, un consejillo aquí y otro allá. Bello.
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