lunes, 13 de octubre de 2014

Crisostomías (11) La vejez II (Carlos Parejo)


Se sorprendió un día ante el espejo con la misma redonda cintura que su padre cuando era viejo.

En vista de su contundente calvicie, se dedicó a peinar recuerdos.

Le preocupaba tanto su imagen que siempre llevaba un potente maquillaje para que la vieran, al menos de lejos, como una adulta eterna, y no como la anciana que era.

Se quejaba de que el tiempo lo desgastaba sigilosa e irreversiblemente, como las aguas del río a las duras piedras de su lecho. Odiaba la hora diaria de su paseo cardiovascular. Tenía un cansancio permanente que no sabía cuando empezó a quedarse entre sus huesos.

A sus ochenta recuperó totalmente su parte niña. Sólo quería bromear, jugar y acariciar; en definitiva, emocionarse con cualquier nadería.

(¢) Carlos Parejo Delgado

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