La rima
Hay quienes, como fieles
a una deidad suprema,
la adoran sin medida.
Hay otros, por su parte,
que, subidos en lo alto
de un pedestal de cieno,
la tratan como a un paria
o a un payaso grotesco
para burlarse de ella.
Yo, siempre que la trato,
lo hago de igual a igual
y, con ella, me río
del mundo a carcajadas.
Es preferible reir que llorar decía Peret
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