lunes, 15 de septiembre de 2014

La idea es lo contrario de la cosa...


La idea es lo contrario de la cosa,
no la nada. La nada
lo es todo y fresca y limpia y generosa,
en tanto que la idea
es turbia y cicatera.
Pienso el agua, y la sed,
que es penuria y tiniebla,
crece como un infierno
áspero y putrefacto
que me abrasa la lengua
con su fuego salobre
agriando la esperanza.
La idea, por lo tanto, es una pócima
corrosiva, y la nada,
el remedio, el antídoto
a su inicua acrimonia.

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