lunes, 20 de enero de 2014

Aforismos de Geografía Urbana (5): Los barrios humildes (Carlos Parejo)


Las barriadas obreras que cercan los cascos antiguos son lugares ideales para perderse: Calles rectas, que parecen iguales; bocacalles estrechas, aún más parecidas que las anteriores. Paralelogramos de ladrillos, desiertos de vegetación e iluminados por un áspero, crudo y malherido alumbrado público.

Ventanucos mezquinos y estrechos balcones, como si la luz y el aire se cobrasen. Casas sin espacio propio para secar la ropa. Ésta se exhibe en los tendederos que miran a la vía pública. Ningún palacio o mansión aristocrática dejaría ver sus trapos sucios.

En estos barrios, como una pequeña ciudad dentro de la gran urbe, se congregan las minorías: gitanos, emigrantes latinoamericanos, magrebíes y subsaharianos, y a su rebufo grupos malditos como homosexuales, travestidos y prostitutas.

Su descuido e incuria es la simbiosis del abandono y miseria de sus habitantes y de que no siempre se paguen los numerosos impuestos que fabrican las urbes para mantenerse en una adecuada forma física. Son, al respecto, como una especie de bosque de Sherwood o isla pirata. Prueba de que la vida aquí es más dura: Las niñas siempre envejecen prematuramente, mientras las de los barrios ricos eternizan su juventud casi tanto como las modelos publicitarias.

(¢) Carlos Parejo Delgado

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