Nos hablan de la luz
–ellos, los que manejan
el pánico en las sombras
sin fin del laberinto–
que habremos de encontrar
hacia el final del túnel.
"Tranquilos –dicen–; pronto,
si os armáis, con valor,
de fe en el sacrificio,
esta hosca oscuridad
se anegará de un suave
murmullo de luciérnagas".
E, idólatras, de tumbo
en tumbo, osados, vamos
a tientas al encuentro
de la bestia, la máquina
de metal desbocado
que amenaza aplastarnos.
¿Qué máquinas ? Al final del túnel nos encontraremos gusanos inteligentes o fuego exterminador
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