Cuando era pequeño me acostumbré a que me ordenaran diariamente: ¡Niño ve a por el pan y la leche antes de irte a clase¡ ¡Niño, llévale la comida caliente a tu padre a la tienda¡¡Niño, que ha llegado papá, tráele la bata gris, descálzalo y ponle las zapatillas, y sírvele el vermut y coloca el periódico al lado de su sillón¡
El niño se hizo padre al entrar el siglo XXI. Y, además de su trabajo, se emplea de taxista, criado y pedagogo en su tiempo libre: ¡Gordi, a las cinco te llevas a los niños en coche al ballet y al baloncesto, y los recoges a las siete, y los dejas luego en la academia de idiomas, y a las ocho y media te los traes y cuando lleguéis a casa les preparas la ducha y les das de cenar. Luego haces los deberes con ellos y los acuestas¡
(¢) Carlos Parejo Delgado
Fotografía: Michele Roohani
Se acostumbra a repetir los roles aprendidos en la familia (con las lógicas diferencias del tiempo), pero es bueno que durante ese tiempo se haya aprendido a modificar esas pautas de comportamiento en sus aspectos menos positivos.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
A mí la segunda parte me sacó una sonrisita socarrona, y sí. (Creo que hasta me gustó jaja)
ResponderEliminarBesos Rafa.