Cuánto miedo a la muerte;
patética criatura el ser humano:
lo espantoso es la vida.
Remar, remar, remar,
de naufragio en naufragio,
contra tiempo y marea.
Sembrar, sembrar, sembrar,
bajo un sol miserable,
contra el yermo y la ortiga.
Qué admirable y sublime
juicio el del suicida.
Qué desolación Rafa, pero es hermoso. (y cierto)
ResponderEliminarcuando la vida pierde sentido, que cercanía la de la muerte
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