Pequeños animales en jauría,
deslizándose lentos,
por tu piel, en lo lóbrego,
penetrarán, royendo,
tus gélidos y angostos orificios,
consumiendo tus jugos, devorando
tus músculos, tus vísceras, tus ojos,
dejándote en los huesos
hasta que diga el sol,
como un dragón rugiendo
en un cielo incendiado,
su última palabra.
deslizándose lentos,
por tu piel, en lo lóbrego,
penetrarán, royendo,
tus gélidos y angostos orificios,
consumiendo tus jugos, devorando
tus músculos, tus vísceras, tus ojos,
dejándote en los huesos
hasta que diga el sol,
como un dragón rugiendo
en un cielo incendiado,
su última palabra.
Fotografía: Richard Avedon
necrofilia al poder
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