No sé cómo saldrá este experimento
en que sumando al poeta el cocinero,escribo este soneto del que espero
sea dulce como tarta o suculento
como embutido ibérico grasiento.
Mezclo los ingredientes con esmero:
un gato, un antifaz y, a cuerpo entero,
una mujer que quita hasta el aliento.
No está quedando mal. Pero ¿y las velas?
Mejor las sustituyo por la llama
de los libros ya que la bella dama
poeta es de la cabeza hasta las suelas.
No más falta la guinda. Ahí va. Te canto
“happy birthday to you”. Y un beso, encanto.
El Éxodo
Un soneto me manda hacer, oculta
bajo una mascarada epigramista,
una desconocida, sin mas pista
que dárselo al León porque resulta
que no sé qué trasunto me faculta
para que yo le rime y sea cronista
de una sorpresa dulce, una imprevista
demostración de afecto y lo que abulta.
Y en este aprieto estoy y lo que me queda
es decirle al artífice en la sombra
que la del antifaz y el gato espera
que sepa la sonrisa que se hospeda
debajo de la máscara, que asombra
saber que esa sonrisa le libera.
María Fernández Lago "P.O."
El soneto, consigue,desde luego
ResponderEliminarliberar la sonrisa...picardía...
y la tarta,oh.. dulce guinda!....
de melaza me vistió el día
¿Me lo puedo "asjudicár" ? porsfa que mi cumple es en octubre....enga! Síiiii ¿puedo?
Besos
El trabajo musical está completo
ResponderEliminarsin lo cual no puede haber lindo soneto