con los golpes del tiempo he aprendido
a no hacerme ilusiones en base a tus palabras
emisor – receptor pero ¿y el código?
se pude interpretar de tantas formas
un simple monosílabo y en todo
momento el corazón con su hondo estrépito
tozudo en arrimar
el ascua a su sardina
confunde el no y el sí y al fin silencio
y carne de pescado exangüe y cruda
con los golpes del tiempo he aprendido
a no meter tu jerga en mis heridas
a obviar sueños y ofrenda a rechazar
el más tenue rescoldo de esperanza
a ciego sordo y quedo preferir
el dolor de la muerte al dolor de la vida
Un espíritu soñador e intuitivo frente a un espíritu práctico y calculador. Pero si alguna vez ambos se enamoraron, por qué no es posible otro punto de encuentro
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