Nunca recibirá el título de “Trianero del año”, pero es uno de los personajes más queridos de mi calle. Tiene una tiendecita humilde. Su escaparate son las franjas de pintura de la bandera blanquiverde, la andaluza. Y, tapándolas, las cajas de madera con la fruta, jugando a equilibristas de circo. Pese a la modestia de su negocio, ha adoptado como “mozo para los encargos” a un joven sin papeles subsahariano. Además, saca siempre tres sillas a la calle para que dos jubilados viudos y una loca de atar –tan desamparados como el jovencito que tutela-, monten su tertulia mientras él despacha la fruta.
© Carlos Parejo Delgado.
Menos mal que hay gente que tiene "arte" para la convivencia. Cada vez siento más que lo que no sale naturalmente del corazón, es muy difícil "adquirirlo" con la razón.
ResponderEliminarMe emocionó ver este verano en Estocolmo , una ciudad donde, pensaba yo, no habría indigentes o, al menos, no habría muchos...(y sí los había).... el que al terminar el día, se reunían en unos bancos de una céntrica plaza y se "repartían" las limosnas o aportaciones que habían conseguido, porque si el día había sido chungo, siempre había gente para la que lo había sido más....
Saludos para tí y tb para el "trianero del año"
No a muchos metros del trianero vivo la mirada acuosa y frágil de un panadero que roza mis mañanas casi con la misma valentía que el que tú nos muestras hoy.Ahí sí que hay vida.Un abrazo
ResponderEliminarSi que me acuerdo de Carlos, eso de mi memoria de pez por ser una sirena es otro bulo de los que corren por ahí, jajaja, creo que Carlos es un genio a la hora de mirar el mundo, felicitalo de mi parte y dále un gran abrazo y un beso, tengo que darme una vueltecita por esa frutería y fotografiarla, a ver si tengo un sabadito libre, dile a Carlos que necesito dirección exacta que aún así me perderé, ehhhh, que pasa?, las sirenas perdemos el norte y nos orientamos fatal, no ves que en el mar no hay caminitos???, jajaja, miles de besosssssssssss
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