miércoles, 18 de julio de 2012

No pienses que es la muerte...



No pienses que es la muerte
nos mintieron
se trata de la vida
esa zarpa esas fauces
desgarrando royendo
llevándose a pedazos
de fracaso en fracaso
la esperanza los sueños
y una noche de insomnio
y de revelaciones
la firmeza altanera
con que nos alentaba
la fe en la trascendencia.
Cuando yo haya perdido
la identidad y sólo
sea materia fundiéndose
a la tierra y las flores
seguirán alternándose
el ocaso y la aurora
primaveras y otoños
estallando el relámpago
el vaivén de los mares
y la luna alumbrando
cada noche a los seres
a los que intemperante
va arrancando a pedazos
el aliento la vida.
Pero si mueres tú
si tú te mueres
será el Armagedón el fin
la nada.

Ilustración: “El triunfo de la muerte”, de Pieter Brueghel.

1 comentario:

  1. No todos los creyentes en la trascendencia son altaneros. El cristianismo primitivo y los seguidores de Francisco de Asís tenían el mandato de la humildad sellado en sus espíritus a sangre y fuego

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