Aun más que por la envidia que podía llegar a despertar entre sus pocos allegados y muchos enemigos, andaba sumamente preocupado por el recelo que sin duda levantaría el hecho de ir a ser agraciado, unos días después, con el primer premio de la lotería por cuarta vez en el periodo de dos años. Hasta que un golpe inesperado de fortuna lo vino a liberar de tan sospechoso privilegio del azar.
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