A estas alturas ya casi sobran las palabras. "Obras son amores" -afirma el dicho. Pero el dicho sólo nos muestra la cara. ¿La cruz? Las obras que son fruto del desprecio hacia el pueblo y de la obsesión -que no amor- por agradar y servir a los poderosos. "Por sus frutos los reconoceréis." No mordáis dos veces seguidas la manzana envenenada; puede ser letal.
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