Desasosiego
recién me he despertado de la siesta
-el diazepam qué espléndido somnífero-
contemplo con horror como agonizan
sin aún haber nacido mis futuros poemas
me afano por hallar algún remedio
de urgencia y milagroso que los sane
del cáncer despiadado que los seca
-un quiasmo una metáfora una hipérbole-
y sólo entono un ruego moribundo
que arrítmico y silente tras nombrarte
reitera sin cesar no te me mueras