lunes, 16 de enero de 2012

Reivindicación de Lady Chatterlay (y2) (Carlos Parejo)


D.H. Lawrence describe en sus novelas varios casos de cómo se llega a desbordar nuestra sensualidad sin que medie relación sexual. Un hombre saluda a la mujer que desea diariamente y de forma protocolaria en la entrada del bloque de oficinas donde trabajan:”Cuando nos saludábamos con un beso, su aliento y su perfume natural, hacían que la sangre me subiera a oleadas”. Igualmente nos narra el caso de una mujer que, una vez casada, recuerda con añoranza:”Cuánto disfrutaba pensando en mi encuentro físico con aquel hombre que luego sería mi nefasto marido. Cómo me llenaban de placer las ensoñaciones de la espera. Quién me iba a decir que la realidad sería luego menos bella”. Y un tercer protagonista afirma rotundo:”Hacer el amor fue el éxtasis, el fuego de San Telmo donde desembocó todo”. Pero se queda con otra sensualidad más perdurable:”Aún recuerdo cuando sus primeras miradas, tan intensas, me perturbaban de una manera temiblemente deliciosa, y parecían acariciar mis venas”.

Concluyamos estas breves reflexiones sobre como D.H. Lawrence percibía la sensualidad con algunas de sus frases más contundentes: “El contacto físico con el cuerpo desnudo del otro siempre nos atemoriza y preocupa. Y es que los mensajes de la atracción sensual son más rápidos que los pensamientos y aflojan sin remedio la tirantez de la conciencia”. “Te sientes alterado por una llamada íntima y salvaje, impregnado de una recia emoción y excitación animal”. Y en esta tesitura, “la ternura generosa es casi la única arma que tenemos los hombres para que hacer el amor no sea un acto puramente mecánico ni egoístamente caníbal”.

© Carlos Parejo Delgado

5 comentarios:

  1. Uissss, menudo tema!, la verdad es que el erotismo y la sensualidad no van casados con el acto sexual y al contrario, el acto sexual no siempre nos lleva al erotismo ni a la sensualidad. Nuestra imaginación puede llevarnos al más suave o volcánico de los extasis sin necesidad siquiera de ver ni sentir al otro, a veces lo idealizamos tanto que puede, y solo digo puede, que el llevarlo a la realidad nos lleve a la decepción más terrible... pero hay que soñar que nos llevará al más hermoso momento...
    Hoy hace un día frío y lluvioso, en la radio escuchaba que un pirado decía que es el día más triste del año, ¡¡¡venga ya!!!, si la persona que habita tus sueños te escribe, no se, por ejemplo...

    "Llueve, amor, llueve, la lluvia se desliza helada por mi rostro, entreabro los labios y me invade su humedad de naturaleza salvaje y mi corazón se acelera porque sólo consigo pensar en tus labios... desaparece el frío de mis manos y aparece tu piel cálida que dibuja caminos bajo las llemas de mis dedos, llueve, amor, llueve y yo solo puedo pensar en besarte..."

    Emmm y no sigo que es horario infantil; jajaja, pero reconocelo, este día triste, lluvioso y frío se convertiría en un luminoso día, la sangre se alteraría tanto que el frío desaparecería y es que jugar con las palabras, las miradas y porqué no, con las texturas activa y desborda la sensualidad y esta inevitablemente nos lleva a sonreir... ¿será amor o simplemente sensualidad?... será más bien que los días de lluvia oxidan aún más mi pobre neurona, tú ni caso, jajaja, miles de besossssssssssssssss

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  2. Aggggggggggggg, lo que te decía, ahí he dejado yema con ll sin que mi neurona me dijese ni "mu", ufffff, que poquito me gusta a mi la lluvia, ¡¡¡quiero solecito!!!, más besossssssssssssssss

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  3. La ternura en el amor es amor, lo torna sublime, inolvidable, y ahuyenta ese instinto animal que a veces sólo es eso, un insitito. También es muy cierto que “el contacto físico con el cuerpo desnudo del otro siempre nos atemoriza y preocupa”, especialmente cuando pasan los años y el físico va cambiando, y se te cae el culin, y se te ensanchan las caderas, y el espejo es un villano cruel. ;)
    La imagen es hermosa, esa película me encantó!
    Besos Rafa

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  4. Sí, la delicadeza tiene una enorme fuerza y la "salvaje ternura" también

    Besos

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