TENÍA fama de Don Juan en el barrio. Una fama más que merecida, a juzgar por los suspiros, gemidos, jadeos y alaridos que, noche tras noche, se filtraban por las paredes de papel de aquel apartamento alquilado en el que residía hacía poco más de un año. Se llegó a murmurar que en más de una ocasión, incluso, se lo había llegado a montar con más de una mujer al mismo tiempo; quién sabe, en razón de la algazara ocasionada, hasta cinco o seis podrían haber llegado a ser a la vez. Era la envidia de todos y cada uno de sus vecinos, y, pese a no haber sido agraciado de manera especial por la naturaleza, el secreto y oscuro objeto de deseo de más de una vecina. Hasta que se descubrió que nunca nadie, salvo él mismo, entraba o salía de su apartamento.
Fotografía: Alexander Von Fäckl Barockart
Qué desilusión, yo ya estaba por pedirte el teléfono jiji
ResponderEliminarBesos Rafa
Oi tudo bem? Obrigada pela visita e por suas palavras. Estarei presente sempre por aqui ok. Mil beijos e Feliz Ano Novo, que Deus abençoe você e sua família.
ResponderEliminarjejejje....ya sospechaba yo que tanto mmmm non era possibile.
ResponderEliminarbesos
Je.Qué bueno! Me ha encantado!Has conseguido sorprender. Beso
ResponderEliminarEn vacaciones sueños de amor a montones
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