El apoliticismo de los pueblos es la pútrida simiente de la que brotan, como malas hierbas, la mercantilización de la política y, con ella, la dictadura de los mercados.
Ya lo dijo Aristóteles, pero cada día hay más hombres empeñados en renegar de su esencia. Al la frase del griego yo añadiría: Aunque haya políticos que son unos animales -parásitos.
Amén.
ResponderEliminarNo se puede ser apolítico, el hombre es un animal político.
ResponderEliminarYa lo dijo Aristóteles, pero cada día hay más hombres empeñados en renegar de su esencia. Al la frase del griego yo añadiría: Aunque haya políticos que son unos animales -parásitos.
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