El espejo de la melancolía (XXXII)
amanece de nuevo la necrópolissin flores germinando en sus parterresy una lila de plástico celesteulula sempiterna entre cenizaslos sudarioscubiertos de salitrelloran sangresobre el lecho de arena sin alientola herrumbre putrefacta de las horasdesgarra las entrañas de la nochey extirpa sin piedad su útero inermea qué cielo emigró la mariposaque alzase el vuelo erguida en sueños glaucosacaso no recuerda ya los nombrespintados de granate en su periplolas alas de la flor se han vuelto abismosapenas una luz frugal sin lenguasilencio amarillento en que se quiebrala esquina más anónima del viento
Es precioso, Rafa, ¡Qué curioso, es triste y sin embargo me llena de ternura, de rojiamarillo verano, de aleteo de mariposas !
ResponderEliminarUn abrazo , Poeta querido !
Es cierto, surgen sentires contradictorios al leerlo.
ResponderEliminarQueda un abrazo y la huella de la visita a tus versos enormes, Isa