viernes, 20 de mayo de 2011

Soneto del desaliento


El légamo sin vida que ahora ves
Ahogándose reseco en náusea viva,
Ha tiempo fue un ensueño a la deriva
Buscando aliento lejos del ciprés.

Mas algo –un no sé qué- ocurrió después,
Que transmudó el aliento en sombra esquiva
Y al sueño en pesadilla que derriba
Los últimos baluartes de su fe

En ser barro hecho carne. Y ahora ansía,
Sin hálito ninguno que lo alumbre,
Mudarse eternamente en queda herrumbre,

Librarse de la asfixia; y qué no haría
Por dar bajó el ciprés con su osamenta
Gastada por la vida desatenta.

1 comentario:

  1. Ya te lo he dicho antes, pero lo repito: ¡qué bueno que eres haciendo sonetos!
    Es un placer pasarme por aquí de vez en cuando y leerte.
    Un abrazo

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