Soneto del desaliento
El légamo sin vida que ahora vesAhogándose reseco en náusea viva,Ha tiempo fue un ensueño a la derivaBuscando aliento lejos del ciprés.Mas algo –un no sé qué- ocurrió después,Que transmudó el aliento en sombra esquivaY al sueño en pesadilla que derribaLos últimos baluartes de su feEn ser barro hecho carne. Y ahora ansía,Sin hálito ninguno que lo alumbre,Mudarse eternamente en queda herrumbre,Librarse de la asfixia; y qué no haríaPor dar bajó el ciprés con su osamentaGastada por la vida desatenta.
Ya te lo he dicho antes, pero lo repito: ¡qué bueno que eres haciendo sonetos!
ResponderEliminarEs un placer pasarme por aquí de vez en cuando y leerte.
Un abrazo