Comando (a la caza de Ben Laden)

HOY, después de una semana sufriendo una afección estomacal indeterminada que me ha tenido apartado de mi “rubia”, he decidido ir a comprobar el estado de la caldera tomándome un par de ellas en el bar que frecuentamos mi amigo Santi -ese camionero sabio que ya conocéis- y yo. La algarabía era superlativa, mucho más de lo común.

-¿Qué sucede? ¿Han deportado a Mouriño? -pregunto con sarcasmo al comprobar que la mayoría de los allí presentes son fundamentalistas merengues.

-Que no, pedazo de mamón, ¿es que no te has enterao?, que los yanquis han matao al Laden ese de los cojones -me responde uno de los habituales al que todos conocen por “el Cristiano”.

-¿Cómo? -inquiero incrédulo.

-Que sí, hombre, que un comando armado americano le ha pegao 15 tiros en la cabeza en no sé qué ciudad al sur de Trípoli. Ya sabes, en el Líbano -insiste.

Mi perplejidad va en aumento, no ya tanto por la noticia, como por el inmenso desconocimiento geográfico que demuestra “el Cristiano” con sus afirmaciones, que siempre pretende categóricas.

-Pues mira tú -tercia afortunadamente mi amigo Santi para poner las cosas y los lugares en su sitio- que a mí hace ya rato que me ha empezado a azotar el escepticismo. ¡Que me enseñen su cabeza! Si no, no me creo na. Porque me cuesta mucho digerir que un premio Nobel de la Peace -que suena a pis- haya enviado a miembros de sus fuerzas armadas más amadas a matar a nadie en un país extranjero. Por muy hijoputa que fuese el presunto finado, y por mucho que el Imperio ya se haya demostrado global. Porque eso sería terrorismo, ¿no?, Rafa. Y, como a Contador, podrían hacerle un análisis de pis -que suena igual que peace-, y despojarlo de su preciado título; ¡con lo que cuesta ganar un Tour! No, hombre, no, eso no sería una acción propia de Obama, que este presidente es un tipo humanitario, de izquierdas y muy simpático y campechano. Además, negro, el primer negro en la casa Blanca; nos jodería el contraste. Por otra parte, ¡coño!, cuantas coincidencias, Rafa; en un 1 de mayo, mientras unos cuantos gilipollas nostálgicos sin los pies en la tierra, como tú, os pateabais las calles recordando a los mártires de Chicago, van y beatifican en Roma al papa “Botija”, en tanto que, según dicen -repito, ¡qué me enseñen su cabeza!-, en Paquistán, no al sur de Trípoli ni en el Líbano, unos cuantos hijos de puta terroristas asesinan al hijoputa terrorista más buscado... ¿Efecto mariposa?, no sé, no sé, desde luego lo que no podemos negar es que estamos en primavera. En el hemisferio norte, claro. Todo esto me deja tan alucinao, Rafa, que este año, en mi carta a los Reyes Magos, les voy a pedir que el Benedicto dieciseisavosdefinal, Chochonaguer, Pep Guardiola y Obama protagonicen una película de acción y códigos Da Vinci made in Hollywood, encarnando a los miembros de un esforzado comando imperial de élite a la caza del Ben Laden y tratando de dar con el Santo Grial a un tiempo. Pero anda, Rafa, dejémonos ya de tanto hablar como cotorras del sexo de los ángeles, y hagámoslo mejor de la Champions, que eso sí que tiene miga. Te invito a una cerveza. O a dos, que la ocasión lo merece.