Lubriansiedad
una escalera
de caracol
si se es un caracol no necesita
barandas ni peldaños
sólo la baba fresca y deslizante
que alienta el deambular del gasterópodo
–estómago muñón en carne viva-
sin huellas carcomido por el hambre
de una escalaespejismo que revierta
su lúbrico periplo hacia la arena
sin rastro en su frialdad del fuego eterno
Las huellas siempre nos devuelven la memoria.
ResponderEliminarUn beso Rafa.