Cartas marcadas
A qué apostar ahora con la vidaSi nunca fue baraja generosa,Y pesa en mi esperanza como losaTanto perder partida tras partida.Con qué, si ya la deuda contraída,Por su honda usura, hipotecó, gravosa,La luz del porvenir, menesterosa,Sin crédito ni aval, sombra hoy vencida.¿Las causas? Ni las trampas del destino,Ni haber contado apenas con la suerte;Me equivoqué de juego, de casino,No supe ir de farol. Que ahora deserteDel juego no es cobarde desatino;Las cartas las marcó la invicta muerte.
Eres uno de los pocos poetas actuales capaz de escribir un soneto sin que parezca de cartón piedra. Qué frescura la de tu poesía.
ResponderEliminarTe dejo un regalo, espero que te guste:
http://poetasargaricos.blogspot.com/2011/02/poesia-y-denuncia.html
Abrazos
Magnífica partida, amigo, aunque con la vida es mejor no apostarse nunca nada.Una maravilla de soneto.Abrazos
ResponderEliminarMe encanta este soneto que no se deja encerrar por su forma.
ResponderEliminarSaludos.