jueves, 20 de enero de 2011

Soneto sin estrambote


Yo os quiero confesar, don Juan, primero,
que aquel blanco y carmín de doña Elvira
no tiene de ella más, si bien se mira,
que el haberle costado su dinero.

Lupercio (o Bartolomé) Leonardo de Argensola.

Recito, de pasión loco, un soneto,
Clamando enardecido que te adoro,
Que ansío respirar, ahogado, el oro
Que fulge en tus cabellos; del coqueto

Claror de tus pupilas ser objeto,
Lamer tu vientre prieto poro a poro,
Tus pechos como lunas, para a coro
Gemir, aullar, de gozo, a ti sujeto.

Me dices son lentillas, llevo faja,
Las lunas de tu sed llevan relleno,
Y no siempre el orgasmo alcanzo pleno…

Eso no importa -digo-, pero, maja,
Es que esto es ya lo más: ¡RUUUUUUBIA DE BOTE!
Acabas de joderme el estrambote.

5 comentarios:

  1. que "güeno", que "güeno", jejejej

    nada, al estrambote me entrego
    aunque de bote no tenga el pelo


    jeje Poeta, que guasa

    Frikitadas, campeón !

    ResponderEliminar
  2. Jaja.Buenísimo.Plas plas plas.Me encantó.Vaya manejo de las palabras.Es genial.Un beso

    ResponderEliminar
  3. jajajajaja, ¡eres increible!

    besos.

    ResponderEliminar
  4. ¡Para que luego digan que el amor es ciego!
    Un besooooo

    ResponderEliminar
  5. Jajaajaja buenísimo!! hasta para satirizar eres tremendoooooo

    Sigo leyendo, que tengo lectura atrasada.

    Besosssss

    ResponderEliminar