viernes, 5 de noviembre de 2010
Manzanas maduras
Admitamos que dios
es hijo predilecto del espanto,
que no es más que horror vacui que, hipócritas, negamos,
y no caigamos más en el pecado
de fingirnos eternos.
1 comentario:
Paloma Corrales
6 de noviembre de 2010, 2:20
No sólo no lo somos, sino que somos fugaces. Admitámoslo.
Un beso.
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No sólo no lo somos, sino que somos fugaces. Admitámoslo.
ResponderEliminarUn beso.