Fibrilación ventricular
el corazóndel que no sueña al albasu electrocardiograma entumecido estático de herrumbre aun desbocadola aguja coagulada trepanandoel lóbulo frontal a los instantesque absurdos se suceden como un cánticosin fe desesperadoafónico su espasmo en las mordazaspuedo escribir los versos más necios esta tardede lluvia cuatrienal que nunca amainacantar versos hipócritas y fatuosdecir las más sonoras cursiladaspero me puede el gritoy ahogado el alarido en la gargantaaúllo estrepitoso mis silencioscontra una mar de tímpanos castradosme dueles cuando callas porque soy el ausenteque nunca devoró tu voz de madrugada
"Con mi razón apenas, con mis dedos,
ResponderEliminarcon lentas aguas lentas inundadas,
caigo al imperio de los nomeolvides,
a una tenaz atmósfera de luto,
a una olvidada sala decaída,
a un racimo de tréboles amargos". (Neruda)
... habrá que beber vino, que es vasodilatador =)
Besazo.
Que el tuyo siga soñando.
ResponderEliminarMe encantó el final.
Eva Luna.
Siento que te regalen silencios, son tan dolorosos, sí...
ResponderEliminarEres un Poeta espectacular.
Besos.
Estupendo !!!
ResponderEliminarBesos a tu alma!!!
El silencio solo debe hacerse después de leer algo así.Tus palabras deberían derretir ese hielo silencioso que acuchilla en las noches de invierno.Siempre nos quedarála palabra.Abrazo
ResponderEliminarMe ha gustado esta vuelta de tuerca a los versos de Neruda y el contenido mismo de tu poema. Tu poesía se va deshaciendo de superfluidades y se está convirtiendo en un grito. Me pregunto qué lecturas frecuentas o qué convicciones asumes para este cambio de tu poesía última. Un abrazo, maestro.
ResponderEliminarMis convicciones no han cambiado, aunque quizá se estén radicalizando en estos oscuros tiempos de vasta cólera bajó las pesadas cadenas de la infausta idolatría que los preside en los sanguinarios altares del mercado. Siempre lo social frente a lo económico y lo individualista, siempre el hombre frente al rebaño (y no es una contradicción con lo anterior, no, no lo es), siempre el amor aunque a veces, para sembrarlo, para sacudir el yugo del odio y la opresión, no quede más remedio que acudir a la guerra. Y, eterno aprendiz, nunca me abandonan Pizarnik ni Vilariño. Y en estos días las acompañan Roque Dalton y e.e. cummings. Abrazos.
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