CUANDO la cándida, pero muy inteligente Alicia llegó a aquel lugar y observó la sonrisa falsa y alevosa de sus aviesos e inquietantes moradores, no albergó duda alguna: estaba en el país donde se engendraban las pesadillas. ¡Qué les corten la cabeza! -quiso gritar, ya boquiatada. Pero no eran buenos tiempos para revoluciones.
Excelente.
ResponderEliminarSiempre es un placer leerte.
Obsequio del día. http://youtu.be/m8bm5w9jG3A
Abrazos.
QUE BUENO!
ResponderEliminarEn los cuentos es posible todo ¿no?
MUchos besos!!!
Boquiatada o boquiabierta... me gustan las revoluciones que sus palabras provocan.
ResponderEliminar;-)
Un saco de besos enorme,
A.
Magnífico cuento, que por desgracia tiene mucho de real...
ResponderEliminar