Soñar es gratis le dijeron siempre
sus ganas, sus mayores, sus maestros.
Y, ansioso por soñar, soñó dormido,
soñaba sin cesar también despierto.
Hoy, yerma la esperanza, desahuciado,
lamenta haber creído en tal aserto,
penado al triste embargo con que paga
la pérfida hipoteca de sus sueños.
sus ganas, sus mayores, sus maestros.
Y, ansioso por soñar, soñó dormido,
soñaba sin cesar también despierto.
Hoy, yerma la esperanza, desahuciado,
lamenta haber creído en tal aserto,
penado al triste embargo con que paga
la pérfida hipoteca de sus sueños.
Fotografía: Misha Gordin
¡mal haya el consejo!
ResponderEliminarInevitablemente probamos.
Un beso
pero Rafa, aùn nos quedan los sueños, sòlo ellos nos sostienen.
ResponderEliminarGracias a ellos aùn hoy todo es posible.
Sin duda, Silvia. Pero hacerlo, soñar digo, no es gratis. Tiene, a veces, un coste muy elevado. Y bueno es saberlo de antemano. A la intemperie siguió soñando. Y pagando por ello.
ResponderEliminarLlena de ritmo y de simbolos...alguna deuda deberemos pagar aunque sea solo a caronte, un abarzo.
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