Recuerdos en la arena, huella a huella,
los hechos del pasado, la memoria:
caduca sucesión de infierno y gloria,
que el tiempo, igual que el mar, sin tregua mella.
Mas puede a veces tanto la querella
que, en tanto el ponto engulle toda euforia,
se muda en dura roca, hirsuta escoria:
infausta y pervertida crisopeya
que, en torno de las abras, terca-mente,
dispone su hosca urdimbre y no hay conjuro
capaz de erosionar ya su batiente.
Y, el cayo del presente, prematuro,
aislado tras la sal de la rompiente,
naufraga frente al barco del futuro.
los hechos del pasado, la memoria:
caduca sucesión de infierno y gloria,
que el tiempo, igual que el mar, sin tregua mella.
Mas puede a veces tanto la querella
que, en tanto el ponto engulle toda euforia,
se muda en dura roca, hirsuta escoria:
infausta y pervertida crisopeya
que, en torno de las abras, terca-mente,
dispone su hosca urdimbre y no hay conjuro
capaz de erosionar ya su batiente.
Y, el cayo del presente, prematuro,
aislado tras la sal de la rompiente,
naufraga frente al barco del futuro.
Magistral soneto Rafa, así me siento a veces como una isla, rodeada de agua y envuelta en distancias..
ResponderEliminarBesos
¡Me gusta vuestro blog¡. Por lo menos diferente a la gran mayoría......y con mucha personalidad y eso es importante. Si os hace enlazarnos, nada mas que lo comentéis, ¿ok?
ResponderEliminarEstaré a la escucha......Saludos.
concentraremos las huellas en los dedos.... No solo marcamos la arena, nosotros también quedamos marcados.
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