Yo voces.
Yo el gran salto.
A.P.
He vuelto a Pizarnik.
No busco ya en sus versos.
Indago en su locura
Los sones que me empujen
A soterrar mi canto.
* * *
Yo entono mi silencio
Suplicante
En un lugar de estruendos donde el sordo
Travestido es el rey.
* * *
La mordaza y la máscara.
La infame tiranía
De la hija de Babel
Inicua redactora del epílogo
De la hostil partitura
De la página en blanco.
* * *
Del fondo de mi canto crece el miedo
La impotencia lo exhausto.
Oh dios del alarido dame fuerzas
Para el grito y salto
Para el vuelo sin alas
Para el último orgasmo.
La piedra negra sigue presente, pero que no te arrastre.
ResponderEliminarEntre tanta locura cuerda te dejo una sonrisa especial.
Un beso
A veces siempre,
ResponderEliminara veces nunca,
el dejo hace la canción,
la desazón el poema.
Abrazo triste a un poema(ta) enorme, Isa
__________________________________________
“Vivo una muerte viviente, carne cortada, sangrante,
cadavérica, ritmo disminuido o suspendido, tiempo
borrado o abotagado, reabsorbido en la pena”
(Julia Kristeva) ...
Estas letras están empapadas en tristeza, pero "entones" silencios con forma de poema, tu eco te salva.
ResponderEliminar