martes, 23 de marzo de 2010

La despedida


AMBOS sabían que aquella noche el destino los separaría tal vez ya para siempre.

-Sube esta noche conmigo.

-No puedo… no debo; sabes bien que me tendría que marchar a lo sumo en una hora.

-¿Y…?

-Que sólo me permitiría subir si fuese para despertar a tu lado.

-Pues, entonces, llegado el momento, simulemos que se nos amanece el día del fin del mundo.

Fotografía: Anne Vitale.

4 comentarios:

  1. ¡ Qué bien, pero qué requetebien te sienta la primavera, criaturita !

    Besillos, Poeta !

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  2. Que bonito...me parece magnifico apostar asi, tod puede pasar en un isntante y esque... por ese instante vale apostarlo todo.

    saludos, siempre esencia.

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  3. Por todo lo que sugiere,que me anima a imaginar...me sale uno de esos Jooooo lastimeros que a veces me salen de dentro.(sobran las palabras)
    Toda una pena,el no poder...

    Besos

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