Nunca sueñes
Nunca me miresVuelveLa espalda a estos pingajos consumidosQué agónicos se asfixian
En lo cóncavoAl grito desgarrado de este espejoArrítmico y reseco en su hemorragiaMuriendo sin
Tu luz tu voz
Muriendo.
Ya no me mires
Dime adiós nunca
Me sueñesNo sea que al soñarme al fin
ComprendasTe envuelvan con sus fauces
Palpes sientasDolor llanto y zozobra
Náuseas miedoCongoja abatimiento evanescencia
Las ansias la impotencia un mar rugiendoRompiéndote también tambiénMuriendo.
No miro, no hay vuelta de página, hay libros cerrados, amurados en tiempo de descuento. No miro, ni atrás ni adelante si la añoranza le arrastra hacia el hueco que ha dejado su ausencia...
ResponderEliminarEl dolor nace y se escurre entre los espacios, ha aflorado en cada verso, lo he visto tan de cerca...
Un abrazo pleno, y un placer acercarme a ti.
Me quedo, cerca...
A.
Ay Rafa…
ResponderEliminarComo para intentar (o pretender) soñarte después de estos versos. En Cuba dirían……¡Con esos truenos quién duerme! jaja
Me encantan.
Un beso
Que no te sueñe, siempre y cuando nos cuentes tus insomnios en verso.
ResponderEliminarMuchos besos, Rafa.