EL OBISPO MUNILLA tiene suerte; mucha suerte, sí, de que los infernos sí sean de este mundo y no de ningún otro. Infiernos llamados Haití o Palestina y que, a juicio de semejante hijo del Vaticano, no son nada comparados con "nuestra pobre situación espiritual y nuestra concepción materialista de la vida". Aunque, bien pensado, y en el caso improbable de un más allá tras la muerte, esa buena suerte se le mudaría en pésima fortuna. Porque ¿dónde encontraría, pues, morada, tras ese tránsito, semejante demonio inhumano y sin escrúpulos? Otra razón más para ansiar la vida eterna. Eso sí, es de agradecer a desalmados como Munilla que, con sus prédicas nauseabundas, vengan a reforzar las convicciones de aquellos que no estamos dispuestos a que se otorgue ni un sólo céntimo de nuestros impuestos a estos diabólicos herederos de la inquisición y sus mazmorras.
oh, sì, ahora anda el cabròn no sabiendo como borrar sus palabras.
ResponderEliminarPero a lo dicho, pecho. Un sinverguenza màs con cero empatìa.
¿Qué se puede esperar de gente que da la comunión a Pinochet y compañía? Por suerte no todos son iguales y existen los que verdaderamente cuidan a los que no tienen nada (esos que realmente vivien fuera del Vaticano). Esos si respetan el trabajo de Jesús.
ResponderEliminarY seguro que el individuo dormira tranquilo, calentito en su palacete, con la pancita llena y creyendose a la derecha de Dios Padre...
ResponderEliminarNo encuentro un calificativo lo suficientemente rico para este pobre.
Un beso
Hay cosas que simplemente no se pueden decir. Y menos, en según qué momento. Qué falta de sensibilidad, por Dios!
ResponderEliminarEste mundo material, corpóreo, vulgar,sensitivo,inferior,
ResponderEliminarprovocador, pecador, etc etc
no existe para todos esos "hijos del Vaticano"
Besitos
Sin embargo, driscrepo, una cosa es una accidente natural como lo de Haiti,(sañvo que pensemos como el Chaves en al bomba de terremotos) y otra muy distinta es que nosotros mismos nos metamos en accidentes no tan naturales y aqui lo vemos asesinatos, hambre, pobreza por doquier...un abarzo.
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