Si bastasen las ganas
Si este delirio fuese
Oráculo propicio
Y no vértigo adverso
La náusea de un fracaso
La fiebre del vacío
Si un azar compasivo
Nos concediese al alba
Soñar que no fue un sueño
Si este delirio fuese
Oráculo propicio
Y no vértigo adverso
La náusea de un fracaso
La fiebre del vacío
Si un azar compasivo
Nos concediese al alba
Soñar que no fue un sueño
Nunca las ganas son suficientes... pero sin ellas no se consigue nada.
ResponderEliminarDesear, desear, desear... ¡quien sabe! extiende tus ganas, recibe.
ResponderEliminarsi, ocurre que a veces el dolor es tan intenso, que solo nos queda la esperanza de pensar que todo fue un mal sueño, que pasarà al despertar.
ResponderEliminarlo duro es la certeza: los ojos siempre estuvieron alerta. Un abrazo.
"...la fiebre del vacío" te quema y a la vez no hay nada, nada que se queme porque lo único que hay es un inmenso dolor que ha arrasado con todo, igual que el agua que nos cubre en estos días...
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