Sobre el brocal del pozo,
ciego aguarda la lumbre
de un reflejo abatido.
Qué dolor de aguas negras.
Qué azogue en las pupilas,
soga suelta al vacío.
En el vientre del pozo
se consume en la espera
ciego aguarda la lumbre
de un reflejo abatido.
Qué dolor de aguas negras.
Qué azogue en las pupilas,
soga suelta al vacío.
En el vientre del pozo
se consume en la espera
un espejo sombrío.
Hola Rafa
ResponderEliminarEstos versos son hermosos, me gustan las imágenes que describes en ellos.
Podría hacerte una historia de mi niñez y un pozo ciego, pero son sólo recuerdos del campo donde viví cuando era niña (sin luz y lleno de sapos), en fin...
Besos
Estoy en otra ciudad, pero siempre me gusta venir.
Muack