Calabozo
Perra hecatombe. El vientre
De la noche
Sangra,
Se pudre,
Ladra estéril,
Ladra.
Muere un sueño en el útero del tálamo.
Las plañideras callan,
El estruendo
De la autólisis, a uñas y mordiscos
Frustrado en sus muñones desdentados,
Amilana a la lágrima aun comprada,
Amordazando el luto, aniquilando.
Llaga abierta, hemorragia, hiel, ladridos;
Agónica añoranza purulenta
A muerte combatiéndose a sí misma,
En tanto va marcando con salitre,
Sedienta sobre el muro del recuerdo,
Las horas que la acercan al patíbulo.
Pura hecatombe, parco vientre,
Perro
En su ebriedad el vómito, ogro el cántico,
Coartados por chirridos de bozales.
Ebria, pura, perrísima hecatombe,
Descalza en las mazmorras de la noche.
no te imaginas como admiro esa mezcla, tan tuya, entre lo erudito y lo cotidiano. Qué bueno eres jodío.
ResponderEliminarBueno, gracias, Manolo. Aunque yo sé que lo que a ti más te ha gustado ha sido la foto. Cuando subo fotografías así siempre me acuerdo de ti, pisha.
ResponderEliminarAbrazos.
Umm...¿Quién te ha autorizado a robarme esta foto Rafitaa! jiji.
ResponderEliminarCreo que te has quedado vacío con estos versos, así, con el alma ligerita… ¡Vaya desahogo poético!
Me encanta! Así, toda una hecatombe!
Un beso, dos.