
Lo mismo que un caballo desbocado,
Relincho de cristal,
Cayó la noche.
La luna y las estrellas, asombradas
Y gélidas, pugnaban en lo oscuro
Por no otorgarle crédito al estrépito,
Y a luz daban aullidos apagados
Tratando de enfrentar a las penumbras
Destellos blancos.
Mas no era tiempo ya de lobos.
Como hormigón, como un caballo
Loco
Fraguó la noche.
Cayó el caballo
ResponderEliminarTras él,
la noche gapolante
aullidos rebeldes
Persigue
relinchando…
Mas no era llena la luna
Y un abismo afilalado
Abrió sus fauces
Ahogando,
Agonizando
De crines
Su paso
besines
Tremendo como todo lo que escribes, reconozco que a veces me cuesta adentrarme en los versos, y captar lo que dices, pero precisamente eso es lo que más gusta.
ResponderEliminarBesos