Anémico de ausencias ya no aguanta
Por más tiempo el transcurso de las horas
Que, en noches de desvelo, turbadoras,
Le anegan de añoranza la garganta.
Sin sueños, de nostalgia se amamanta;
Agónico recuerdo que, a deshoras,
Irrumpe en su razón y, en sus esporas,
De acedo desaliento lo atraganta.
E implora a los infiernos que el olvido
Lo mismo que maná sacie el desierto
Hambriento que enflaquece su sentido;
Pero hacen sus demonios que despierto
Sin calma ni ilusión, aúlle abatido,
Ansiándose en la amnesia de lo yerto.
Ansiándose en la amnesia de lo yerto.
ResponderEliminar....
Más que el olvido -o no- ayuda a "recuperarse" la frustación que te provoca "el otro", el desengaño -tanto sea por "su" engaño o por "tu" autoengaño, o ambos simultáneamente, jodido el tema del imsomnio. Mientras uno no esté en calma consigo mismo... mala cosa, mala ¡ya te lo digo!
Besos tranquilos. PAQUITA
Uy qué tristeza madre
ResponderEliminar¡con lo romántico que es compartir paraguas mientras llueve a cántaros !
Bello y triste mu triste
No se puede olvidar
ResponderEliminarcuando se ha desterrado
el olvido.
Otro beso.