no
las palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
si digo pan ¿comeré?
Alejandra Pizarnik
Ahora que está punto de cumplirse mi destino, comienzo a comprender las causas: aunque siempre me negué a creerlo, me dieron a luz en las sombras de una mazmorra y es bien sabido que en la dieta de un cautivo jamás se incluyeron las hormigas. Tanto miedo, tantas cautelas, por nada. Qué efimero el relámpago cuando se teme en su fulgor una flecha enmponzoñada.
Y al fin, tras tanta singladura plagada de cristales y desierto, de infranqueables muros, arribo al noveno de los círculos tan azul como al principio. Y lo hago como hice todo el camino: limpio y con la ausencia abarrotando mis alforjas. Y con un montón de palabras inútiles mudándose en polvo y salitre. No, las palabras no evitan la carencia ni sirven de perdón a virtudes ni pecados. Ni las deudas se saldan con aullidos cuando por moneda de cambio apenas se tiene al silencio.
Nunca esperé una luz al fin del tunel; de ahí la moneda en mi boca. Moneda oxidada que ahora, ante mi espanto, se muestra tan inútil como el verbo. No hay barquero, amor. Ni aguas negras. Fin de viaje.
Y al fin, tras tanta singladura plagada de cristales y desierto, de infranqueables muros, arribo al noveno de los círculos tan azul como al principio. Y lo hago como hice todo el camino: limpio y con la ausencia abarrotando mis alforjas. Y con un montón de palabras inútiles mudándose en polvo y salitre. No, las palabras no evitan la carencia ni sirven de perdón a virtudes ni pecados. Ni las deudas se saldan con aullidos cuando por moneda de cambio apenas se tiene al silencio.
Nunca esperé una luz al fin del tunel; de ahí la moneda en mi boca. Moneda oxidada que ahora, ante mi espanto, se muestra tan inútil como el verbo. No hay barquero, amor. Ni aguas negras. Fin de viaje.
2 de junio de 2009
Rafa
ResponderEliminarHe estado calladita con tus monólogos, me parecen tan...no sé, tan íntimos, como algo muy personal tuyo, casi me daba algo de reparo leerlos; no sé, como si fuera adentrarme en tu intimidad, me ha pasado una cosa rara, no sé
siento algo de "pudor", es extraño
Besitos
Es verdad lo que escribe Alejandra
ResponderEliminarpero hay algunas palabras que "sí hacen la guerra"
Besos
ufffffffff vaya corolario perfecto,redondo,cerrando el circulo.
ResponderEliminarY aunque es, no digo un canto,sino una elegía de tristeza ,soledad,desamor,desesperanza ,de cristales rotos...estoy convenciada que la luz será tan intensa,que aunque no lo creas ,necesitarás unas buenas gafas de sol.
Besos
pero Rafita por Dios, casi llamo a los bomberos... menos mal que he visto la fecha.
ResponderEliminarno sé si eres consciente de que la amarga tristeza con las que te vistes te han dado unas alas de escritor enormes, pero tú no eres triste y lo sabes.
un beso.
Milena, no niego que todo lo que escribo lleva la marca de mis sentimientos más íntimos. Pero, en este caso, aun siendo así, los textos parten de un "juego" literario como respuesta a los textos de un camarada de blogs que, entonces, en el 2007, y para ese caso escribió adoptando una personalidad femenina. Textos que para esta ocasión he retocado ya que, entonces, los escribí como comentarios prácticamente del tirón.
ResponderEliminarDafne, más bien creo que necesitaré unas buenas gafas de luna para no quedar ciego con mis "alunizaciones".
Vaya, María, pues la fecha la puse mal, aunque la mayoría de los textos de la serie son de 2007.
Abrazos.
Bello, hermoso, ¡terrible!, creo que Caronte espera nuestro obolo al final del viaje en el rio Estigia, creo que el pan hay que comerlo y el agua beberla, hay agua negras y transparentes y el triangulo de la Bermudas....hay que decir te quiero cuantas veces se pueda y una caricia puede mas que mil palabras...un fuerte abarzo, mi negativo, hoy, amigo.
ResponderEliminarMe lleno los pulmones con tus historias, ese aire sin fecha de caducidad para aventar los trocitos amargos de las lunas de papel.
ResponderEliminarUn beso
Es muy ciert Rafa que sueles "cantar" a la tristeza y a la melancolía, al desamor. Tú mismo reconoces que cuando escribes dejas parte de tus sentimientos -algo que a mí me parece lo más lógico y normal. ¿Quién no lo hace?
ResponderEliminarSin embargo entre líneas, y después de muchos meses comentándonos mutuamente, te leo tremendamente sensible, pero no triste (aunque alguna vez lo estés). Bueno, es sólo mi percepción, puede que equivoque...
En cualquier caso, me pareces un "peazo escritor" y me encantas.
Tus monólogos me han tenido en vilo.
Un besazo!!!