Tango (un poema de José Ángel Valente)
El corazón se va quedando solo
del lado más aciago de la pena.
Ay corazón, cantáme
los oscuros naufragios,
decíme al fin quién es el ahorcado
cuyos compases miden
la longitud del tiempo en los desvanes.
Loco del arrabal
perdido entre cuchillos.
Ay corazón, cantáme por lo bajo,
cantáme por lo nada memorable,
decíme adónde va de tumbo en tumbo,
corazón naufragado,
la infinita mañana.
Me pierdo en un tango y las dulces notas de un bandoneón:
ResponderEliminar"Igual que vos soñé...
Igual que vos viví
sin alcanzar mi ambición.
Alma de bandoneón
-alma que arrastro en mí-
voz de desdicha y de amor,
te buscaré al morir,
te llamaré en mi adiós,
para pedirte perdón,
y al apretarte en mis brazos,
darte en pedazos
mi corazón".
(Enrique S. Discepolo)
Bsssssssss
Qué maravillosos los tangos y Valente...
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