De súbito una tarde de aguacero,
Sus ramas, aún en flor, plenas de pájaros,
Cayó a plomo abatido por el rayo.
Los trinos se apagaron como ocasos
Al tiempo que, del fuego, las cenizas
Crecieron devorando cada pétalo.
La lluvia fue, no obstante, compasiva,
Besando la madera calcinada
Del tronco moribundo, con sus aguas,
Patético esqueleto que, en el suelo,
Quedó a merced del tiempo y sus designios:
Oscura eternidad de flema y nieve.
Voraces leñadores de miserias,
Llegados al olor de la cellisca,
Talaron con sus fauces los vestigios
De aquella primavera, de humo, herida.
Mordieron y mordieron, remordieron,
Dejando nada más carroña infecta
Comida de gusanos y de moscas,
Sin vida y a merced del crudo invierno.
Mas una amanecida, inesperado,
El sol pleno de luz venció a la nieve
Y un lívido retoño fue creciendo,
Fragancias de paulonia y ave fénix
Nacidas del rocío y de la escoria.
(Los pájaros de antaño, de regreso
Y ajenos al prodigio reencarnado,
Volvieron a anidar sobre las ramas
Crecidas de una herencia sin recuerdos).
los mejores o más valientes son los que, abriéndose paso entre tanto recuerdo, vuelven a renacer.
ResponderEliminarbesos.
Por eso alguien es poeta por la sensibilidad especial de captar,de sentir y sobre todo de decir.
ResponderEliminar...besando la madera calcinada
..fragancias de paulonias y ave fenix
..crecidas de una herencia de recuerdos
Que bonitos versos,cuanto contenido en cada palabra y sobre todo..me alegra ver un ave fenix ..
besos
De comienzo a fin... ¡Precioso!
ResponderEliminarDía Int. del libro ¿para cuándo el tuyo? :)
Lindo vídeo. Gracias
Abrazos Poeta.
Volvieron a anidar sobre las ramas
ResponderEliminarCrecidas de una herencia sin recuerdos).
..............
Doña pegas:
Cierras un paréntesis que no llegaste a abrir?
¿Será definitorio de una situación imaginada, que no realmente vivida?
¿Puede uno suponer que en su vida algo marca un hito importante, vivirlo como tal y dejarlo morir, para luego comprender que "realmente" aquello no fue para tanto? ¿Puede...
Besos imaginados. PAQUITA
Afortunados ellos, María.
ResponderEliminarDafne, ya sabes, el fénix sólo tiene cabida en el destiempo de la mitología.
Shade, supongo que nunca.
Gracias, Paquita. Difícil cerrar un paréntesis que no llegó a abrirse. Tanto como conservar la memoria desprendiéndonos de los recuerdos.
Abrazos.