A Isabel Guevara; por si la luz.
La palabra precisa,
Esa que en su fulgor
–Luz maleable -
Hace posible el canto,
Se ha roto entre el cristal y el junco.
El eco de un estrépito brutal
Ha irrumpido a la par de los jirones,
Resquebrajando el vidrio,
En tanto el junco,
Dócil,
Humillándose al viento,
Se ofrenda en las mordazas de su savia
Al borde que desploman las esquirlas.
Querido Rafa:
ResponderEliminarSegún Alphonse de Lamartine: "Después de la propia sangre, lo mejor que el hombre puede dar de sí mismo es una lágrima"... yo le agrego ¡un poema! Gracias, gracias, gracias por el regalo de pre-cumpleaños (es el 12)
Abrazo grande, un beso,
Isa
Es, desde luego, un bonito regalo; palabras que le viento se lleva, pero el eco devuelve. Cristales rotos..., mmm, ¡vaya!
ResponderEliminarBesos (y felicidades a isabel, claro)
Realmente lindo y delicado, adoro la imagen de los juncos; seguramente Isabel se llenó de emoción porque es lo que trasmite.
ResponderEliminarUn beso grande Rafa.
Si se ha roto, buscaremos otras,
ResponderEliminarno tan precisa como esa, pero será concreta y exacta para ahora,
quizá esa se rompió porque su momento había pasado,
pero posiblemente vendrán más, tan precisas como esa
o quizá más.
Mil besos.
Querido Rafa,
ResponderEliminarContinuarán fragmentándose vocablos, voces, verbos, intemperies, copas, seres, tiempos, palabras, cristales... y yo seguiré abrazándome, tal como el junco, a la docilidad y fortaleza del verde, a la planta, al bosque, a la esperanza de natura. Toda yo me abarcaré siempre a la palabra buena, a la que hiere, a la que convoca, a la poesía, a la tuya. Le he enviado el poema a algunos de esos seres que sólo forman parte de nuestro Sanctasanctórum, lo encuentran hermoso, sencillo, inolvidable. ¿Podría agregar más? Sólo te reitero mi gratitud y alegría. ¡Salve poeta, si!
Abrazo grande,
Isa