jueves, 30 de abril de 2009

Horizontes perdidos


En tanto que la esperanza de vida al nacer no alcanza los 41 años en Zambia, cada tres segundos (uno… dos… tres…) muere de hambre un niño en el mundo, y en torno a mil millones (1.000.000.000) de seres humanos sobreviven a duras penas con menos de un dólar diario; científicos del Centro Superior de Investigaciones Científicas presentan en Madrid el Revidox; unos comprimidos que, fabricados a partir de 45 kilos de uva y al precio de un euro la unidad, tienen, según sus creadores, la facultad de prevenir el envejecimiento. Habremos de convenir, por tanto, que la ciencia tiene algún que otro aspecto en común con ese otro elixir de la juventud que es el amor. Uno de ellos, sin duda, es la ceguera.

7 comentarios:

  1. Contrastes, el norte contra el sur, los pobres mas pobres y los ricos mas ancianos, en fin se sigue tirando el dinero y la gente muriendose de asco y hambre...un fuerte abrazo.

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  2. Lo mismo que Prometeo, digo.

    Y por este lado del Planeta, tenemos, además de los "horizontes", perdida la razón.

    Un abrazo

    Merce

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  3. unos comprimidos que, fabricados a partir de 45 kilos de uva y al precio de un euro la unidad???

    Que se utilizan tantos kilos para un comprimido y sale a ese precio ¿coste real?
    Eso... sin entrar en lo absurdo de la cuestión: investigación en ese plano y olvido/no financiación de la erradicación del hambre, algo asumible si Todos quisiéramos.
    Besos para ti, para Merce y ... hasta para Prometeo. PAQUITA

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  4. Visto asi....tras tu presentación de contrastes no se ni que decir o quizás les va la exclamación:
    ¿¿¿séra posible???
    besos

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  5. ufffff!!!! Me saca de quicio.
    La ceguera y, perdona, la gilipollez (que en el amor es sólo transitoria).

    Besos, Rafa

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  6. Ciertamente vivimos en un mundo que cada vez está más loco y es más egoista. Nosotros, claro está, el mundo no. Estamos de paso, de paso, y no nos damos cuenta. Buscamos remedios para vivir más (cayendo en lo absurdo) pero no para vivir mejor. A los que realmente viven mal y necesitan un remedio urgente no se le da un trozo de pan. Y sin embargo otros, encasulando uvas....Qué mundo tan absurdo.
    Gracias, Rafa, por tus reflexiones.

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