Consciente de que el curso de sus huellas
En vez de a estela y hálito de vida
Más bien se asemejaba al rastro acerbo
Que, efímero y sin rumbo, va el gusano
Dejando tras de sí filtrando estiércol;
Sacando, exhausto, fuerzas de flaqueza,
Trató de desprenderse con premura
Del lastre de cualquier naturaleza
Que atase su periplo al muladar
Inhóspito en que, inane, se arrastraba.
Dejó en primer lugar vino y tabaco,
Después la marihuana y la cerveza,
Café, canela, sal, grasas, picante,
Las noches de burdel, viernes y sábados,
Y el fútbol por la tele los domingos.
Y al fin viendo que nada le arrancaba
El tóxico que, helado y desbocado,
Corría con los recuerdos por sus venas,
Vertió su amarga arritmia entre el olvido
Que, cálido, endulzaba la bañera.
No hay nada mejor que un baño relajante para dejar las penas correr por el sumidero.
ResponderEliminarUn beso.
como siempre lucido y voraz en imagenes y olores..un abarzo.
ResponderEliminarLeer y disfrutar tus versos, el mejor relax para los sentidos.
ResponderEliminarBesos
Genial!!!! visto desde tus letras...poeís es el gas ciudad
ResponderEliminarBesos
bon dia!!!
dafne
Jolín, Rafa, qué imaginación prodigiosa, y los títulos los bordas. Me ha encatado.
ResponderEliminarUn abrazo grande.