Hoy no, hoy no entraré a ese enlace. Es tanto lo que he visto a lo largo de estos días, tanto dolor, tantos niños muertos en brazos de sus padres, y tanta GUERRA, que sólo te dejaré un beso. (y no entro) Muchos cariños Rafa.
Después de vomitar, después de llorar y enrabiarme por esas imágenes, te puedo contestar. Cada día, cuando veo las noticias y hablan de muertos, se me revuelve el estomago, cuando dicen..."Tras los últimos ataques, unas 820 personas han muerto" y lo dicen con esa frialdad, se me ponen los pelos de punta, no se dan cuenta de que están hablando de PERSONAS??? Y esas personas tienen familia, son padres, madres, hijos... Estas imágenes sólo son una muestra de lo que esta gente está viviendo a diario, del miedo, del terror que produce una guerra, una guerra sin sentido, por poder, por la puñetera ambición de unos cuantos. Y después de ver esto, todavía habrá gente que diga que dios existe.
Ayer entré; tuve estómago solo para el primero, pero no me sentí capaz de ver el segundo...
Vale Rafa, y nosotros ¿qué hacemos? Nada, no hacemos nada; nos resulta repugnante, sí; se me parte el alma viendo niños llorar, lloro de impotencia y de rabia, y ¿qué hago? y ¿qué puedo hacer?
Hace tanto que no creo en nada de este mundo que cada vez me resulta más ajeno, más lejano y peor.
Podemos, reina, podemos. La indiferencia es uno de los mayores males de nuestro tiempo. Pero ¿quién podría mantenerse indiferente, neutral, ante el sufrimiento de estos niños, de su pueblo? Muy pocos, sólo los canallas y, el ser humano, alberga mucha bondad en su corazón. Sólo hay que llegar a sus latidos. Podemos. Podemos y debemos usar nuestras "armas" -la palabra- para tratar de llegar a esos corazones recubiertos por una espesa costra de indiferencia. Podemos eso y mucho más. Debemos.
Hoy no, hoy no entraré a ese enlace.
ResponderEliminarEs tanto lo que he visto a lo largo de estos días, tanto dolor, tantos niños muertos en brazos de sus padres, y tanta GUERRA, que sólo te dejaré un beso. (y no entro)
Muchos cariños Rafa.
Demasiado duro, Rafa. No, no tengo estómago, ni tengo fuerza moral para ver esas imágenes.
ResponderEliminarTerrible.
yo tampoco puedo entrar, ni a veces ver las noticias ni el periódico
ResponderEliminarno le doy la espalda, para nada.
un beso triste.
Después de vomitar, después de llorar y enrabiarme por esas imágenes, te puedo contestar.
ResponderEliminarCada día, cuando veo las noticias y hablan de muertos, se me revuelve el estomago, cuando dicen..."Tras los últimos ataques, unas 820 personas han muerto" y lo dicen con esa frialdad, se me ponen los pelos de punta, no se dan cuenta de que están hablando de PERSONAS???
Y esas personas tienen familia, son padres, madres, hijos...
Estas imágenes sólo son una muestra de lo que esta gente está viviendo a diario, del miedo, del terror que produce una guerra, una guerra sin sentido, por poder, por la puñetera ambición de unos cuantos.
Y después de ver esto, todavía habrá gente que diga que dios existe.
Un beso teñido de lágrimas Rafa.
Uno mi grito al vuestro
ResponderEliminarpero... es tan poca cosa !
Abrazos
Ayer entré; tuve estómago solo para el primero, pero no me sentí capaz de ver el segundo...
ResponderEliminarVale Rafa, y nosotros ¿qué hacemos? Nada, no hacemos nada; nos resulta repugnante, sí; se me parte el alma viendo niños llorar, lloro de impotencia y de rabia, y ¿qué hago? y ¿qué puedo hacer?
Hace tanto que no creo en nada de este mundo que cada vez me resulta más ajeno, más lejano y peor.
Un beso, Rafa
Podemos, reina, podemos. La indiferencia es uno de los mayores males de nuestro tiempo. Pero ¿quién podría mantenerse indiferente, neutral, ante el sufrimiento de estos niños, de su pueblo? Muy pocos, sólo los canallas y, el ser humano, alberga mucha bondad en su corazón. Sólo hay que llegar a sus latidos. Podemos. Podemos y debemos usar nuestras "armas" -la palabra- para tratar de llegar a esos corazones recubiertos por una espesa costra de indiferencia. Podemos eso y mucho más. Debemos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cada día nos hacemos el mundo menos habitable y no puede ser mas triste y mas desamparado, casi como la cara de esa pequeña llorando.
ResponderEliminarEs terrible...
Besos.
Gracias, por la solidaridad, por la denuncia, por la empatía, por la rabia... gracias. De corazón.
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