Tómame de la mano sin cauciones
Y llévame contigo hasta la fuente;
------------- Beber no he de sus aguas.
Jamás traicionaré, aunque lo supliques,
Aquel voto de sed que nos hicimos,
Con grietas en los labios, bajo el cielo
De aquella helada y triste madrugada.
Mas deja que a tu lado escuche el canto
Feraz y cristalino que gorjea
En tanto, maldiciendo esa promesa,
Me agosto, en su rumor, deshidratado.
Ilustración: “Mirage”, de Salvador Dalí.
Hay promesas que van contra toda logica y aún así, las hacemos...
ResponderEliminarBesos.
amor constante más allá de la muerte...
ResponderEliminar"polvo seremos más polvo enamorado..."
abrazos
Recuerdo que cuando encontré tu blog me intrigaba de más saber la razón por la cual siempre mencionabas un pozo o la fuente.
ResponderEliminarSeguí leyéndote y un día cualquiera supuse que había encontrado la fuente. Y porsupuesto, me bajaste de la nube diciendo que sí pero no. jajaja
Hasta la fecha ni idea cuál será, pero sí que te inspira.
Abrazos Poeta.
un poeta debe estar enamorado para sufrir... digo para escribir ;)
ResponderEliminarbesos.
Me encanta Dalí y me encantas tú, tus letras hacen estremecerse, te emocionan, porque traspasa el sentimiento que le pones.
ResponderEliminarMil besos.
Acabo de encontrar por pura casualidad este blog. No sé de quién es, no sé nada de él, ahora mismo no puedo pasearme por sus páginas, y jamás hago comentarios en blogs que me enciuentro al pasar. Pero esta vez no me queda más remedio que decirte algo (autor o autora): me he emocionado como pocas veces. ¿Por qué? difícil de saber con exactitud, hay cosas que son tan difíciles de explicar como lo es explicar un relámpago.
ResponderEliminarMás: supongo que el poema del pie es tuyo. Es espléndido.